
La indignación se produjo después de conocerse que uno de los tres agentes de policía involucrados en la muerte de la afroestadounidense Breonna Taylor, de 26 años, a quien mataron durante una redada en su casa en esa ciudad de Kentucky, fue imputado solo por "conducta peligrosa", y no por cargos mayores.

"En el momento en que los manifestantes supieron que no habría cargos contra los agentes directamente relacionados con la muerte, hubo gritos de angustia, lágrimas y conmoción en el lugar de homenaje en Louisville dedicado a la memoria de Taylor", explica el corresponsal de América del Norte de la BBC, Aleem Maqbool.
Dos agentes han resultado heridos de bala durante las protestas, aunque su vida no corre peligro.
